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A oscuras sobre vacuna A H1N1
17 de septiembre de 2009 05:00 am
Los anuncios sobre la aprobación de la Administración Federal de Drogas y Alimentos a una nueva vacuna contra el virus de la influenza A H1N1 y de un nuevo medicamento contra la enfermedad brindan una dosis de esperanza para la población mundial que actualmente está expuesta a esta pandemia.
El Gobierno de Estados Unidos, por voz de su secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, anticipó que intentarán comenzar la distribución de la vacuna tan pronto como el mes que viene. La urgencia del gobierno estadounidense responde a la llegada del invierno en el hemisferio norte con lo que se anticipa aumentará el riesgo de contagio del virus A H1N1. Sebelius ha dicho ante el Congreso de Estados Unidos que la entrega principal de la vacuna comenzará el 15 de octubre y estaría disponible en 90,000 lugares de la nación norteamericana.
Estados Unidos ha solicitado 195 millones de dosis, pero no se anticipa que todas lleguen al mismo tiempo. La Organización Mundial de la Salud aconsejó a los países que planifican administrar rápidamente las vacunas que lleven a cabo una vigilancia intensa sobre la seguridad y eficacia después de la inoculación.
Esta advertencia surge por la urgencia con la que se ha llevado el proceso por la situación pandémica a nivel mundial con el A H1N1 que ha provocado la aprobación de la vacuna sin un proceso extendido de pruebas y observación.
En Puerto Rico, se anticipa que recibiremos parte de las dosis que adquiera el Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, no hay información clara y precisa sobre qué pasará en nuestro País sobre este tema.
Al igual que en muchos aspectos de la salud, el País está peligrosamente a ciegas por la ausencia de comunicación en el Departamento de Salud. Para el secretario designado Lorenzo González y sus asesores, al parecer, la prioridad es la confirmación del funcionario por el Senado de Puerto Rico y para ello han sacrificado el flujo de información vital con el pueblo.
Hay una ausencia total de comunicación pública por la negativa del salubrista al intercambio de preguntas y respuestas con la Prensa del País. De hecho, en las informaciones sobre la aprobación de la vacuna contra el virus de la influenza A H1N1, los reportes de prensa dan cuenta de que el Secretario de Salud no estuvo disponible para comentar porque se encontraba en su vista de confirmación. Tampoco hubo un funcionario autorizado en el Departamento de Salud para orientar sobre los planes de la Agencia.
¿Cuándo llegarán las vacunas a Puerto Rico? ¿Cuántas dosis estarán disponibles? ¿Qué sectores de la población tendrán prioridad? ¿Cuáles son los efectos secundarios? ¿Cuál será el plan de vigilancia sobre la seguridad de la población vacunada? Todas estas preguntas están sobre la mesa, sin hablar de muchos otros temas de salud. Invitamos al Secretario a asumir una posición de apertura a la comunicación.