| |||
Uno de los cuatro lagos o mares interiores más grandes del mundo, el Mar de Aral, se ha reducido en un 90% desde que los ríos que lo alimentan fueron desviados en su mayoría por un proyecto de la era soviética para impulsar la producción de algodón en la árida región. El encogido mar ha arruinado la alguna vez sólida economía pesquera y dejó barcos pesqueros encallados en páramos de arena, inclinados como su hubieran caído del cielo. La evaporación del mar ha dejado mantos de arena con alto contenido de sal, que el viento transporta tan lejos como Escandinavia y Japón, ocasionando problemas de salud a los residentes locales. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, realizó una gira sobre el área en helicóptero como parte de una visita a las cinco naciones de la ex Asia central soviética. Su viaje incluyó una escala en Muynak, Uzbekistán, una población que estuvo alguna vez en la ribera donde un muelle se extiende bizarramente sobre un desierto gris y se encuentran camellos cerca del casco de barcos varados. "Sobre el muelle, no estaba viendo nada. Sólo podía mirar un cementerio de barcos", dijo Ban a reporteros luego de llegar a Nukus, la ciudad grande más cercana y capital de la región autónoma de Karakalpakia. "Es claramente uno de los peores desastres, desastres ambientales del mundo. Me impactó tanto", comentó. La catástrofe del Mar de Aral es una de las mayores preocupaciones de Ban en su viaje de seis días a través de la región y está haciendo un llamado a los líderes de los países para que hagan a un lado rivalidades y cooperen en la reparación de parte del daño. "Insto a todos los líderes ... a que se sienten juntos y traten de encontrar las soluciones", afirmó, prometiendo el apoyo de la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo, la cooperación se encuentra obstaculizada por desacuerdos respecto a quién tiene derechos sobre la escasa agua y sobre cómo debería utilizarse. En un presentación a Ban antes de su sobrevuelo, funcionarios uzbecos se quejaron de que proyectos de una presa en Tayikistán reducirían severamente la cantidad de agua que fluye hacia Uzbekistán. La empobrecida Tajikistán ve los proyectos hidroeléctricos como clave potencial para obtener ingresos. |
lunes, 5 de abril de 2010
DESASTRE AMBIENTAL Mar de Aral
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario