miércoles, 27 de enero de 2010
Nueva herramienta para proteger los ecosistemas
El Fideicomiso de Conservación trabaja en un mapa
Para Fernando Lloveras, director ejecutivo del Fideicomiso de Conservación, el ‘Mapa de Vida’, define, entre otras cosas, que el agua -a la derecha- es el recurso más importante.
Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com
El Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico presentó ayer una nueva herramienta de protección de ecosistemas, que combina la participación ciudadana con el establecimiento de unas guías prácticas de preservación a nivel individual y colectivo.
Se trata del “Mapa de Vida”, un instrumento que ofrece -mediante la integración de bases de datos geográficos existentes- una visión más amplia de los ecosistemas en la Isla. Al mismo tiempo, identifica cuáles necesitan especial atención, por ejemplo, las costas.
Fernando Lloveras, director ejecutivo del Fideicomiso, indicó que el objetivo principal del “Mapa de Vida” es que sea útil en la toma de decisiones en cuanto a los usos del suelo. De hecho, sostuvo que puede ser un complemento en la eventual preparación del Plan de Uso de Terrenos (PUT).
“Ayuda a prevenir y predecir impactos en la toma de decisiones”, dijo Lloveras, al tiempo que destacó que la elaboración del mapa coincide con la celebración de los 40 años del Fideicomiso. Aseguró que la herramienta ya está a la disposición del Gobierno, el sector privado y los grupos comunitarios.
Precisó que el “Mapa de Vida” integra cinco aspectos: que Puerto Rico es un organismo viviente, que los sistemas naturales brindan servicios a los humanos, que el agua es el recurso más importante, que los recursos son limitados y que el denominador común de todo modelo de desarrollo debe ser la naturaleza y su conservación.
Sólo el 7.2% de todo el terreno del País está protegido. De ese total, apenas el 1% -23,000 cuerdas- es del Fideicomiso. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las naciones deben proteger hasta el 33% de su terreno.
Vital la participación
Lloveras agregó que la participación ciudadana desempeña una función importante dentro de los esfuerzos de conservación, “pues sólo conectando a la gente con la naturaleza, podremos contar con la naturaleza para la gente”.
Además de contar con información provista por agencias estatales y federales, el “Mapa de Vida” se alimenta a través de actividades de campo en las cuales los ciudadanos recopilan datos ecológicos. La primera etapa de validación de esos datos se dará durante este año.
A fin de fomentar la participación ciudadana voluntaria, el Fideicomiso celebrará sendas actividades en las cinco regiones identificadas en el mapa. Dichas regiones se delimitaron por cuencas hidrográficas. Las actividades se enfocarán en medir la calidad de las cuencas.
En las próximas etapas se medirán otros datos pertinentes al estado de salud de los ecosistemas.
La primera actividad se llevará a cabo el 20 de febrero, tomando como punto de partida la reserva natural Hacienda La Esperanza, en Manatí, dentro de la Región 1.
“El ‘Mapa de Vida’ integra un enfoque regional, donde Puerto Rico se estudia y planifica en cinco cuencas hidrográficas. Las actividades de ‘Mapa de Vida’ tomarán en cuenta las características particulares de cada región y a la vez, nos ayudarán a trazar conexiones entre las distintas regiones de Puerto Rico”, explicó, por su parte, Jorge Báez Jiménez, director de operaciones del Fideicomiso.
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