jueves, 10 de diciembre de 2009
Calentamiento Global, hace calor
Los icebergs que se alejan flotando de los polos, como estos captados 2007, son señal frecuente del calentamiento cuestionado por algunos sectores.
Sin freno el alza de la temperatura terrestre
Nuevo informe descarta versión de un enfriamiento planetario
Los icebergs que se alejan flotando de los polos, como estos captados 2007, son señal frecuente del calentamiento cuestionado por algunos sectores.
Por James Kanter y Andrew Revkin / The New York Times
COPENHAGUE - A pesar de recientes fluctuaciones en la temperatura global año tras año, lo que provocó alegaciones sobre un enfriamiento global, una tendencia sostenida hacia el calentamiento no muestra señales de que vaya a terminar, según un nuevo análisis de la Organizacion Meteorológica Mundial que se dio a conocer ayer.
La década de 2000 es muy probable que sea la más caliente en los registros modernos, que se remonta a 150 años atrás, según un resumen provisional de las condiciones del clima próximo al final de 2009, dijo la organización.
El período de 2000 a 2009 ha sido “más caliente que el de la década de 1990, el cual fue más caliente que el de 1980”, y así sucesivamente”, dijo Michel Jarraud, secretario general de la agencia internacional del clima.
La evaluación internacional concuerda mayormente con el análisis provisional del Centro Nacional de Datos Climáticos y de la NASA, los cuales calculan la temperatura global y regional, entre otras tendencias del tiempo.
En conferencia de prensa, Jarraud también dijo que 2009 parece ser el quinto año más caliente que se ha registrado. Al contestar preguntas sobre la confiabilidad de los datos climáticos tras el despacho no autorizado de mensajes por correo electrónico y archivos de la unidad de investigación climática británica, que provee datos al grupo del clima global, dijo que no existen pruebas de que los diversos cálculos independientes que muestran un calentamiento global fueran dudosos.
Jarraud habló después de que la Comisión Europea reaccionó a una decisión de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) para allanar el camino para establecer límites federales a las emisiones de dióxido de carbono, diciendo que esto debe dar un ímpetu ulterior a las negociaciones que se llevan a cabo aquí, destinadas a elaborar un nuevo acuerdo global para reducir los gases de invernadero.
El hallazgo del “peligro”, llamado así por parte de la EPA, es “una señal importante de la administración Obama de que ellos hablan en serio acerca de atajar el cambio climático y de que están demostrando liderato”, dijo un portavoz de la Comisión Europea. El hallazgo “da nuevo impulso tras su anuncio de reducciones”, agregó.
Líderes políticos en Copenhague acogieron el fallo, pero se apresuraron a presionar al gobierno de Obama para que brinde más garantías para acompañar su oferta.
Andreas Carlgren, ministro ambiental de Suecia, país que mantiene la presidencia rotativa de la Unión Europea, dijo ayer que la decisión “revela que Estados Unidos puede hacer más de lo que ellos han puesto sobre la mesa”.
Connie Hedegaard, electa el lunes presidenta de la cumbre, por su parte, expresó que la decisión de EEUU “es un paso útil, ya que puede proporcionar un grado mayor de flexibilidad en las negociaciones”.
Obama ha mencionado una reducción de emisiones de alrededor del 17% para el 2020, comparado con los niveles en 2005. La Casa Blanca ha prometido también contribuir a un fondo para atajar el cambio climático.
La reunión en Copenhague inició con reclamos a tomar medidas urgentes para lidiar con los peligros de temperaturas más altas, crecientes niveles del mar y el derretimiento de glaciares.
Obama -quien podría asistir a la cumbre- comprometería a Estados Unidos a hacer recortes en los gases de invernadero, según fuentes. Estados Unidos se negó a ratificar el Protocolo de Kyoto, acuerdo previo sobre reducción de los gases de efecto invernadero, debido a una fuerte oposición en el Senado y de la administración Bush.
El rechazo a Kyoto sembró desconfianza hacia Estados Unidos en otros países. Se espera que el hallazgo de la EPA permita a Obama decir en Copenhague que el país actuará de manera dinámica para enfrentarse al problema, aun cuando el Congreso permanezca atascado en una legislación más amplia para reducir el calentamiento global.
La senadora Barbara Boxer, de California, presidenta del Comité de Ambiente y Obras Públicas del Senado, dijo que la presencia de Obama en Copenhague demostrará que están tomando este asunto muy en serio.
Durante las dos semanas próximas, los delegados tratarán de negociar amplias reducciones en las emisiones de gas invernadero, particularmente de parte de grandes contaminadores como Estados Unidos y China, y el compromiso de las naciones ricas de entregar lo que finalmente serían cientos de millones de dólares para financiar a países pobres, los cuales alegan que están mal equipados para enfrentarse a un problema sobre el cual ellos hicieron poco por crear.
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